La artritis es la hinchazón y sensibilidad de una o más articulaciones y sus principales síntomas son dolor y rigidez en el área en la que se presenta, lo cual suele empeorar con la edad.
Este padecimiento causa la degradación de las estructuras articulares, particularmente, del cartílago, el cual es el tejido que permite que estas uniones se muevan de forma suave y absorben los golpes cuando se ejerce presión sobre ellas.

Existen diversos tipos de artritis, estos son los más frecuentes:
– Artrosis: Hace que el cartílago, tejido duro y resbaladizo que recubre los extremos de los huesos donde se forma una articulación, se rompa.
– Osteoartritis: Es la inflamación del cartílago y las articulaciones.
– Artritis reumatoide: El sistema inmunitario ataca las articulaciones, comenzando con el revestimiento de éstas.

En la mayoría de los casos, la inflamación articular desaparece después de que la causa se elimina o recibe tratamiento, aunque, en algunas ocasiones, esto no ocurre, por lo que cuando prevalece, se denomina artritis prolongada (crónica).
Aunque generalmente, las causas de esta enfermedad son desconocidas, en algunas ocasiones se deben a la genética heredada, un defecto en el sistema inmunológico, bacteria o virus que infecta las articulaciones y un defecto en el cartílago, entre otros, por lo que es recomendable acudir al médico especialista para su detección.
De igual forma, antes de tomar cualquier medicamento para aliviar las molestias, es importante consultar a un experto.
