El dolor originado en las articulaciones también es conocido como artralgia y generalmente es causado por un trastorno, por lo que, en un principio, es importante distinguir que éste es un síntoma y no una enfermedad.

Los padecimientos más comunes que ocasionan este dolor son:
- Artritis (tanto infecciosa como idiopática, reumatoide o psoriásica)
- Fibromialgia
- Lupus
- Bursitis
- Osteoartritis
- Osteomelitis
- Lesiones como fracturas o esguinces
- Espondilitis
- Gota
- Artrosis
- Tendinitis
En este sentido, las zonas en las que frecuentemente se presenta puede ser en rodillas, hombros, codos, tobillos y muñecas, donde se presenta una aflicción aguda, la cual muchas de las veces, se convierte en un obstáculo para tener calidad de vida.
Asimismo, es frecuente que el dolor esté acompañado de rigidez, inflamación, así como dificultad para realizar un movimiento.

Del mismo modo, puede haber enrojecimiento, hormigueo y entumecimiento, lo cual aparece de manera repentina o progresiva.
Alguna forma de prevenir este dolor es con ejercicio continuo, una alimentación saludable y tomar calcio, sin embargo, si hay molestias, se pueden contrarrestar con baños tibios, masajes y estiramiento o con ibuprofeno o ácido acetilsalicílico, tomando en cuenta que previo a esto debe haber una aprobación del médico.
Cuando en este padecimiento hay sangrado, deformidad articular, dolor muy fuerte o el hueso sobresale de la piel, es vital acudir al especialista, pues podría tratarse una situación grave.
Recuerda que el tratamiento para esto depende de la causa que lo provoque, por lo que es necesario combatir la enfermedad de raíz.