En primer lugar, es necesario que conozcas lo que compone esta área, pues tiene cuatro elementos principales: huesos, cartílagos, ligamentos y tendones.
Aunque muchos de los daños se pueden tratar de manera satisfactoria con procedimientos sencillos, como el uso de aparatos ortopédicos y ejercicios de rehabilitación, hay algunos que requieren cirugía para arreglarlo, pero es necesario acudir al médico para tener el tratamiento adecudo.

Recuerda que en muchos de los casos, las lesiones involucran a más de una estructura de la zona, por lo que es de vital importancia seguir al paso de la letra las recomendaciones del especialista.
Algunos de los síntomas son dolor e hinchazón, pero también se puede presentar bloqueo e inestabilidad.
Conoce las lesiones más comunes.
Fracturas: El hueso que se fractura con más frecuencia es la rótula, pero también los extremos del fémur y tibia, los cuales se unen para formar la articulación. Generalmente, esto ocurre por traumatismos fuertes, caídas de grandes alturas y choques automovilísticos.

Dislocación: Es cuando los huesos están fuera de su lugar y las causas frecuentes son traumatismos de alta energía como caídas, choques automovilísticos y deportes de alto impacto.

Lesiones del ligamento cruzado anterior: Usualmente, este ligamento se lastima por actividades deportivas, en los que se debe cambiar de dirección rápidamente o se den saltos mal aterrizados.

Lesiones del ligamento cruzado posterior: Este ligamento se daña con un golpe en la parte delantera de la rodilla, mientras que ésta está doblada. Algunas de las causas pueden ser choques automovilísticos y algunos deportes.

Lágrimas de menisco: Los desgarres en esta área suelen ocurrir por la práctica de deportes, aunque también por artritis o envejecimiento, pues un simple giro de la silla puede provocar un desgarro si los meniscos se han debilitado.

Lágrimas de tendón: Los tendones se pueden desgarrar y estirar, y, aunque cualquier puede sufrir una lesión, las personas de mediana edad son más propensas. También las caídas, mucha fuerza en la parte delantera de la rodilla y un salto mal aterrizado lo puede provocar.

Es importante que acudas con el especialista si escuchas un chasquido proveniente de la rodilla, tienes dolor severo, no puedes mover esa zona, empiezas a cojear y tienes hinchazón.
El tipo de tratamiento dependerá de la lesión, edad y salud en general, sin embargo, en muchas ocasiones recomiendan reposo, hielo comprensión y elevación.
La inmovilización, terapia física y medicamentos antiinflamatorios también son parte de los tratamientos, aunque muchas veces también lo es la cirugía.
