Para retomar tu rutina y el movimiento tras una prótesis de rodilla, es necesario tener algunos cuidados que te ayudarán a acelerar el proceso de curación.
Si bien, en unos meses puedes retomar tu estilo de vida anterior, es de vital importancia que protejas tus articulaciones para no lesionar la artroplastia y estar al 100.
Organiza tus espacios
Es recomendable poner tu casa en orden y adaptarla lo mejor posible, de manera que las cosas que usas más a menudo queden a tu alcance y evites estirarte o hacer demasiados movimientos para obtenerlas.
Del mismo modo, lo ideal es que despejes tus áreas para evitar caídas o golpes que entorpezcan tu recuperación o agraven tu herida.

En la ducha
Aunque puedes bañarte parado, también considera utilizar una silla de plástico para que puedas estar sentado y así permanecer estable bajo el agua.
Organiza tus productos del baño para que estén a la mano, así no tendrás que agacharte o estirarte para alcanzarlos.
Si cuentas con una tina, evita sentarte en ella, pues te costará trabajo pararte y corres el riesgo de ejercer más fuerza de lo debido y lastimarte.
Si no tienes quien te apoye para bañarte, utiliza una esponja con mango largo para tallarte, la cual te facilitará llegar a las áreas más complicadas.
Mantén el piso de tu baño seco para evitar accidentes y en el caso de la ducha, consigue un material antiderrapante para evitar caídas.

Al dormir
Cuando te acuestes sobre tu cama, procura hacerlo boca arriba para evitar ponerle peso extra a la rodilla.
Recuerda que no es necesario poner una almohada o algo para elevar tu articulación, ya que ésta necesita estar totalmente estirada, de igual forma, es necesario que la mantengas la articulación extendida si necesitas levantarte.

Para sentarte
No permanezcas sentado por más de una hora, trata de ponerte de pie o cambiar posición continuamente.
Cuando estés sentado, mantén tus pies y rodillas hacia adelante y mantén una postura recta, esto permitirá que tu prótesis esté derecha.
Recuerda ocupar sillas rígidas y no bajas para evitar que te sumas, te cueste trabajo levantarte y te lastimes.

No olvides que si estás haciendo una actividad como caminar o subir escaleras debes hacerlo con calma, también pon la mayor fuerza en la pierna que no fue operada, da pasos pequeños, usa calzado cómodo y ayúdate muletas o el apoyo que te haya recomendado tu ortopedista.